La respuesta a este debate, como en muchas otras ocasiones, puede encontrarse en la ciencia. La luz entra a los ojos en forma de ondas del espectro cromático, donde cada longitud de onda representa un color diferente. La luz entra en los ojos y es modificada por diversos lentes y luego llega a la retina -en la parte trasera del globo ocular- donde los pigmentos mandan las señales a la parte del cerebro que las interpreta en imágenes.
Normalmente, vemos el color de los objetos gracias a la luz que reflejan. De manera normal, no suele haber mucha diferencia en las longitudes de onda que percibimos, es decir, algo que en apariencia es negro es identificado al menos como un tono oscuro por la mayoría de las personas.
Entonces, ¿por qué la diferencia en la percepción es tan significativas en este vestido?
Según la revista Wired tiene que ver en con la evolución. Los humanos evolucionaron para ver la luz del día, pero esa luz cambia de tonalidades con el paso de las horas. De acuerdo a Bevil Conway, una neurocientífica del Wellesley College, en la imagen del vestido los ojos están tratando de compensar la iluminación que la fotografía tiene en el fondo con el color del objeto principal, el vestido.
Entonces, algunos ojos eliminan el tono azul por lo que ven la prenda como dorada y blanca, mientras otros eliminan los tonos luminosos del fondo, en cuyo caso ven el vestido azul con negro.
Según un análisis en Photoshop hecho en el sitio Buzzfeed, la composición de los pixeles es de hecho tiene mayoría de tonos azules.
El punto es que el cerebro trata de conectar la imagen con el contexto del fondo iluminado y luego da una “respuesta” basado en el resultado. De acuerdo con Wired, si se quita al vestido del fondo cambia la percepción del color de la gente sobre el mismo.
La mayoría de las personas verá el color azul en el fondo blanco como, efectivamente, color azul. Pero con un fondo más oscuro, algunas personas interpretarán el azul como blanco.
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