El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas lanzó este miércoles un aviso
de cuál puede ser su actitud de aquí en adelante. En las próximas
horas, abandonará la prisión de Soto del Real (Madrid), donde ha estado
recluido 19 meses, tras reunir los 200.000 euros de la fianza que fijó
la Audiencia Nacional.
Bárcenas compareció por videoconferencia y desde la cárcel en el
Parlamento de Baleares, donde se celebraba una comisión de investigación
sobre el pago de comisiones ilegales para la construcción de un
hospital. El extesorero relató públicamente cómo era la contabilidad
paralela de la formación conservadora, que él controló directamente, y
detalló que se nutría de donaciones anónimas, a veces superiores a las
legales.
El jefe de las finanzas del PP, durante 15 años aprovechó su comparecencia para replicar al ministro de Justicia, Rafael Catalá,
quien un día antes le había acusado de apropiarse del dinero del
partido. Bárcenas emplazó a Catalá a acudir a los juzgados después de
que este lanzara una acusación que el reo tildó de “auténtica
barbaridad”. “Lo que tiene que hacer el ministro de Justicia”, en
referencia a su afirmación de que él se había apropiado de dinero del
PP, “es que el partido ha de poner una querella contra el señor Bárcenas
por apropiación indebida”, apostillo.
Bárcenas reconoció, ante los diputados baleares, la existencia de una “contabilidad paralela” en el PP,
nutrida por donaciones de empresarios a los que se pedía ayuda para,
entre otras cosas, comprar sedes para el partido, como ocurrió con las
de Baleares, como sostuvo este miércoles el exdirigente del PP, y el
País Vasco, como consta en el sumario que instruye el juez de la
Audiencia Nacional Pablo Ruz. El extesorero citó al constructor Antonio
Pinal, de la firma de servicios y obras Bruesa, como uno de los que
ayudaron económicamente al partido para la adquisición de los locales de
Palma de Mallorca y del País Vasco.
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