Nicolás Maduro |
Nicolás Maduro no sólo mantiene una agria polémica verbal con el Gobierno de
España. También libra un conflicto soterrado con Madrid utilizando a ETA como moneda de cambio.
El caso más evidente de esa colaboración interesada de Caracas con la
organización terrorista es la inmunidad con la que Ignacio de Juana Chaos se mueve por su territorio. El Ejecutivo venezolano sigue sin
responder al requerimiento de la Justicia española para que entregue al
sanguinario etarra, que reside en el norte del país desde que huyó de
Irlanda del Norte en 2010 y tiene una causa pendiente en la Audiencia
Nacional. Pero el Ejecutivo de Maduro también está prestando apoyo a la
banda de otras formas más discretas.
Según se ha podido averiguar, el Gobierno sudamericano ha colocado en la primera compañía
del país, la gigantesca empresa pública Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), a Xabier Arruti Imaz, el histórico miembro de la banda que los expertos en la lucha antiterrorista colocan al frente de la estructura que la organización mantiene
en ese estado, convertido en refugio operativo e intelectual de su
actividad armada. Los otros dos etarras que lideran el frente venezolano
son Koldo Zurimendi y Asun Arana.
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